sábado, 27 de julio de 2013

No cambio por nadie.

La vida te enseña a que hay que cambiar para poder ser mejor persona. Te pone baches por los que debes de saltar y no caerte. Problemas que tienes que buscarles solución y que con ellos aprendes a no volver a hacer lo mismo, es decir, rectificar lo que has hecho mal. Con esos errores que me han provocado problemas he tenido que superarlos y con ellos he aprendido de qué forma debo de tomarme las cosas, porque muchos de ellos me han hecho llorar y darme cuenta que no hay que tomárselo todo a pecho.
Hay personas que me han hecho sufrir. Ellas para mí han sido mis baches, ya que gracias a ellas me han enseñado a que no me importe todo, que no me duela nada. También he aprendido a ser más fuerte y cómo tartarles; no les trato de la misma manera, sino que les miro y les sonrío, ¿por qué? Pues porque al final son ellos los que necesitan el apoyo de otras personas y por eso me hacen daño: Porque saben que soy mejor que ellos y saben que nunca podrán ser como yo lo voy a ser en un futuro.
Les doy gracias a esas personas porque me han enseñado mucho y la mayor lección que me han dado a sido que: No debo de cambiar por nadie; soy como soy y nadie me va a cambiar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario